𝙴𝚡𝚒𝚜𝚝𝚎𝚗 𝚞𝚗𝚊𝚜 𝚌𝚞𝚊𝚗𝚝𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜ó𝚕𝚘 𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚜𝚒𝚜𝚝𝚒𝚎𝚛𝚘𝚗 𝚊 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚝𝚒𝚙𝚘 𝚍𝚎 𝚎𝚜𝚌𝚞𝚎𝚕𝚊𝚜 𝚙𝚘𝚍𝚛á𝚗 𝚎𝚗𝚝𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛, 𝚍𝚎𝚜𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚌𝚕á𝚜𝚒𝚌𝚊 𝚙𝚛𝚎𝚐𝚞𝚗𝚝𝚊: “¿𝚙𝚘𝚛 𝚚𝚞é 𝚗𝚘 𝚟𝚊𝚜 𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚎𝚜𝚌𝚞𝚎𝚕𝚊 𝚙ú𝚋𝚕𝚒𝚌𝚊?”, 𝚑𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚕𝚊 𝚎𝚗𝚟𝚒𝚍𝚒𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎𝚗𝚝í𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚜𝚘𝚌𝚒𝚊𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚞𝚜 𝚘𝚝𝚛𝚘𝚜 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜 𝚝𝚎𝚗í𝚊𝚗; 𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝚗𝚎𝚐𝚊𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚛𝚊𝚗 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚙𝚕𝚎𝚝𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚍𝚒𝚜𝚝𝚒𝚗𝚝𝚊𝚜.
𝙲𝚞𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚜 𝚑𝚊𝚌𝚒𝚊 𝚊𝚝𝚛á𝚜 𝚢 𝚛𝚎𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚊𝚜 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚜𝚝𝚎 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚎𝚜𝚌𝚞𝚎𝚕𝚊 𝚌𝚊𝚝ó𝚕𝚒𝚌𝚊, 𝚝𝚎 𝚍𝚊𝚜 𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚌𝚊𝚖𝚋𝚒𝚊𝚛í𝚊𝚜 𝚝𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚎𝚜𝚘𝚜 𝚊ñ𝚘𝚜 𝚊𝚑í, 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞é𝚜 𝚍𝚎 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚏𝚞𝚎 𝚎𝚗 𝚎𝚜𝚎 𝚕𝚞𝚐𝚊𝚛 𝚎𝚗 𝚍𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒𝚜𝚝𝚎 𝚊 𝚝𝚞𝚜 𝚖𝚎𝚓𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚊𝚜. 𝙴𝚜𝚝𝚘𝚢 𝚜𝚎𝚐𝚞𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚊𝚜 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊𝚜 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚗 𝚝𝚎𝚗𝚎𝚛𝚕𝚎 𝚌𝚊𝚛𝚒ñ𝚘 𝚊 𝚎𝚜𝚊 𝚜𝚎𝚗𝚜𝚊𝚌𝚒ó𝚗 𝚍𝚎 𝚊ñ𝚘𝚛𝚊𝚗𝚣𝚊. 𝙴𝚜𝚝𝚊𝚜 𝚜𝚘𝚗 𝚊𝚕𝚐𝚞𝚗𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚜𝚒𝚜𝚝𝚒𝚎𝚛𝚘𝚗 𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚎𝚜𝚌𝚞𝚎𝚕𝚊 𝚌𝚊𝚝ó𝚕𝚒𝚌𝚊 𝚙𝚘𝚍𝚛á𝚗 𝚎𝚗𝚝𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛.
1. No importa cuánto lo odiaste, siempre llevaste uniforme
2. Para compensar la falta de un maestro veían una película católica
3. Tus clases de religión eran consideradas momento de relajación
4. Nunca pudiste usar unos lindos y coloridos zapatos con el uniforme
5. ¿Perforaciones? Ni siquiera podías pensar en eso
6. Tampoco podías pensar en esmalte de uñas o maquillaje extravagante
7. Aprendiste a leer la biblia de la manera correcta
8. Aún recuerdas todas las canciones de misa
9. El evento más importante era tu primera comunión
10. Las clases de educación sexual simplemente no existían
11. El día no comenzaba hasta que hicieras tus oraciones matutinas
12. Sentías nervios al tener que confesarte con el sacerdote
13. Interpretar a la virgen en la pastorela era un privilegio
14. Tenías que dejar “suficiente espacio para el espíritu santo”
15. El nombre de tu escuela tenía algo de santo
16. Tener monjas como maestras era muy común
17. No puedes negar que algunas monjas eran geniales
18. Aunque te odiaban cuando hacías esto en tus exámenes
“Jesús siempre es la respuesta”/ “No en esta pregunta”.